Los focos empotrables de jardín son una excelente solución para iluminar exteriores de forma discreta y elegante. Sin embargo, su instalación en zonas expuestas a la intemperie, al riego y a la humedad constante hace que requieran un mantenimiento especial. Uno de los problemas más comunes es la entrada de agua dentro del foco, ya sea por lluvia, riego o por una mala manipulación al abrirlos. A continuación, te damos algunos consejos prácticos para mantenerlos en buen estado y prolongar su vida útil.
1. Elige productos con buen grado de protección IP
Antes de hablar del mantenimiento, es importante asegurarse de que el foco empotrable cuenta con un grado de protección adecuado. Para exteriores, lo recomendable es optar por modelos con al menos IP65 o superior. Esto garantiza que el foco sea resistente al polvo y al agua proyectada desde cualquier ángulo. Si el foco va a estar en zonas con riesgo de inmersión ocasional, como suelos donde se acumule agua, considera una protección IP67.
2. Instala correctamente el sistema de drenaje
Uno de los errores más comunes en la instalación de focos empotrables en jardín es no prever un buen drenaje. Estos focos deben colocarse sobre una base con grava o materiales drenantes, que permitan que el agua fluya y no se acumule en torno al foco. Una caja de empotramiento con sistema de evacuación es muy recomendable.
3. Manipula los focos con cuidado
Cada vez que se abre un foco para cambiar una bombilla o realizar una revisión, existe el riesgo de que no se cierre correctamente. Asegúrate de limpiar bien las juntas de goma antes de volver a cerrar el foco. Si hay suciedad, arena o humedad en la junta, no quedará bien sellado y permitirá el paso del agua.
4. Revisa y lubrica las juntas de estanqueidad
Con el tiempo, las juntas pueden resecarse, deformarse o perder elasticidad. Es recomendable revisarlas al menos una vez al año. Puedes aplicar grasa de silicona para mejorar su sellado y alargar su vida útil. Si observas deterioro o rigidez, lo mejor es sustituir la junta.
5. Evita abrir los focos si no es necesario
Cada manipulación aumenta el riesgo de un mal sellado. Si puedes utilizar bombillas LED de larga duración, mejor. Así reduces la necesidad de abrir el foco con frecuencia.
6. Verifica conexiones y sellado de los cables
El punto de entrada del cable también es una vía común de filtraciones. Asegúrate de que los prensaestopas están bien apretados y en buen estado. Las conexiones eléctricas deben estar aisladas y protegidas contra la humedad.
7. Realiza mantenimientos periódicos
Una revisión cada temporada te permitirá detectar a tiempo problemas de sellado o acumulación de agua. Si observas condensación dentro del foco, es señal de que algo no está funcionando correctamente.
Siguiendo estos consejos, tus focos empotrables de jardín no solo ofrecerán una iluminación eficaz y estética, sino que también estarán protegidos frente a las inclemencias del tiempo y el uso prolongado.